Prevención del uso indebido de medicamentos en época de exámenes

Nov 18, 2025

En los últimos años se ha observado un aumento en el uso de medicamentos con el fin de mejorar el rendimiento académico, especialmente entre adolescentes y jóvenes. Esta práctica, conocida como “dopaje académico”, consiste en consumir fármacos que originalmente están destinados a tratar trastornos como el déficit atencional o los trastornos del sueño, pero que se utilizan sin indicación médica para estudiar más horas, mantenerse despierto o concentrarse mejor.

Medicamentos más utilizados
Entre los fármacos más comúnmente empleados con este fin se encuentran:

  • Metilfenidato (Ritalin, Concerta): Indicado para el Trastorno por Déficit Atencional (TDAH).
  • Anfetaminas (Adderall): Recetadas en algunos países para TDAH, pero de uso controlado.
  • Modafinilo: Usado para narcolepsia o somnolencia excesiva.
  • Benzodiacepinas y ansiolíticos: A veces usados para “relajarse” antes de pruebas o dormir mejor.

El consumo sin receta médica es riesgoso, ya que estos medicamentos actúan directamente sobre el sistema nervioso central.

Motivos del consumo
Presión académica al final del año escolar o universitario.

  • Cansancio acumulado y falta de hábitos de estudio regulares.
  • Competencia entre pares por obtener mejores notas.
  • Falsa creencia de que estos fármacos “aumentan la inteligencia” o garantizan mejores resultados.

Riesgos y consecuencias

El uso sin supervisión médica puede generar

  • Insomnio, ansiedad y taquicardia.
  • Dependencia o tolerancia: cada vez se necesita más dosis para lograr el mismo efecto.
  • Trastornos del ánimo: irritabilidad, depresión o ataques de pánico.
  • Daño hepático o cardiaco si se combinan con otras sustancias (como bebidas energéticas o alcohol).
  • Efecto rebote: agotamiento extremo y dificultad para concentrarse una vez que pasa el efecto.

Prevención y recomendaciones

  • Evitar la automedicación: ningún medicamento debe usarse sin receta o control profesional.
  • Fomentar hábitos saludables de estudio: descanso adecuado, pausas activas, planificación y alimentación equilibrada.
  • Promover el acompañamiento psicológico o tutorías académicas cuando hay dificultad para rendir.
  • Informar y sensibilizar a la comunidad educativa sobre los riesgos del uso indebido de fármacos.
  • Reforzar la idea de que el éxito académico depende del esfuerzo y la constancia, no de sustancias.

El uso de medicamentos para rendir académicamente representa una práctica peligrosa y contraproducente. Aunque algunos jóvenes la consideren una ayuda temporal, sus efectos sobre la salud física y mental pueden ser graves. La verdadera prevención está en la educación, la gestión del estrés y el apoyo emocional, no en la automedicación.

TCL Paula Casas-Cordero N.
Programa Abuso de Sustancias – JEPLANGES

Vida Saludable