Cuidado de la Salud Mental
Las personas reaccionan de forma diferente ante las crisis.
Algunas pueden experimentar reacciones leves, mientras que otras pueden reaccionar de forma más intensa.
Esto puede generar que algunas personas reaccionen con angustia o se sientan intranquilas, al mismo tiempo, otras reaccionen con optimismo y esperanza, pudiendo incluso cuidar de otros que pudieran estar afectados.
Lo más importante es que todas estas reacciones son válidas.
¿Por qué se genera esto?
Porque las reacciones de las personas dependen de:
- La naturaleza y gravedad del o los acontecimientos que están experimentando.
- Experiencias previas de hechos de su historia personal similares a la actual, que pueden funcionar para algunos como protección o como riesgo al revivir una situación traumática.
- Contar o no con apoyo de otras personas durante la crisis.
- Estado de salud general y la continuidad de los tratamientos en los que se encuentre.
- Historia personal y familiar de problemas de salud mental.
- La cultura y tradición, influirá en cómo las personas hacen frente a estas situaciones.
- La edad, genera distintas reacciones y manera de enfrentar estas situaciones.
¿Cómo distinguimos que reacciones nos deben preocupar?
REACCIONES ESPERABLES DE MENOR INTENSIDAD
Pueden ser manejadas a través de los recursos personales, estrategias de autocuidado, y apoyos de cercanos en la familia y comunidad.
- No creer lo que está pasando.
- Ansiedad, angustia y reacciones de pánico.
- Miedo.
- Culpa.
- Rabia.
- Irritación u hostilidad.
- Tristeza o llanto fácil.
- Insomnio.
- Falta de apetito.
- Bloqueo mental o enlentecimiento en las tareas.
- Sensación de impotencia.
- Baja atención o concentración.
- Preocupación.
- Hiper o hipoactividad de la conducta.
- Fatigabilidad.
- Cambios en el deseo o rendimiento sexual.
- Tensión muscular, mareos o cefalea.
Para las que se debe pedir apoyo en un centro asistencial de salud.
- Estado de alerta constante e intranquilidad constante.
- Aumento significativo del consumo de alcohol u otras sustancias.
- Retraimiento familiar y/o social, o dificultades para comunicarse.
- Temblores.
- Cambios en el hábito intestinal, náuseas y vómitos.
- Sensación de debilidad permanente.
- Dolores físicos recurrentes e invalidantes.
- Aumentos sin causa aparente de la presión arterial, frecuencia cardíaca o malestar respiratorio.
- Desorientación y confusión sobre fechas, lugares, nombre de personas, etc.
- Lentitud excesiva en realizar tareas incluso básicas.
- Ideación o intento suicida.
- Sensación de desconexión con la realidad.
Las personas tienen recursos naturales para enfrentarse a los problemas. Si tienen estrategias positivas que cuiden y protejan la salud mental y física, es bueno que la repliquen, y a su vez eviten estrategias que pudieran afectar su salud o que antes no les fueron óptimas. El fin es que las estrategias les ayuden a sentirse más tranquilas y a recuperar el sentido de control de las circunstancias.
Estrategias de autocuidado que se recomiendan para promover y cuidar su bienestar:
Descansar lo suficiente, comer con regularidad y beber agua.
Hablar de las preocupaciones con alguien de confianza.
Encontrar maneras seguras de ayudar a otros y participar en actividades comunitarias.
Compartir con la familia y amigos.
Mantener rutinas básicas e incorporar actividades que le ayuden a relajarse y hacer ejercicio físico, por ejemplo, correr, cantar, leer libros, jugar con los niños, entre otros.
¿Cómo ayudar a alguien que está en crisis?
Háblele con un tono de voz tranquilo y suave.
Intente mantener contacto visual mientras habla con la persona.
Permanezcan en un lugar seguro y recuérdele que está a salvo.
Invítele a respirar lentamente y concentrarse en ello. Si maneja algún ejercicio de respiración, puede realizarlo en conjunto.
Ayúdele a priorizar sus necesidades más urgentes.
Ayúdele a encontrar alternativas que pudiera poner en práctica.
Si la persona tiene sensación de irrealidad o de desconexión con lo que le rodea, una posible ayuda consiste en que contacte a su red de apoyo y consigo mismo.
Acuda con la persona a un centro de salud si las reacciones aumentan o se agravan.
Medicina Preventiva