Durante las jornadas de intenso calor, el cuerpo tiende a perder líquido más rápidamente a través del sudor, por lo que las personas están más propensas a deshidratarse, lo que en casos extremos puede terminar en la muerte. Es en este contexto, que es necesario estar atento especialmente con la población de adultos mayores y los niños, ya que estos son más sensibles a los efectos de un golpe de calor, esto a causa de que tienen menos probabilidad de sentir y reaccionar ante los cambios de temperatura.
En este tenor, es que se señalan las siguientes recomendaciones para protegerse de las altas temperaturas:
- Evite la exposición directa al sol,
especialmente durante las horas centrales del día (12 a 18 hrs), permaneciendo en lugares frescos, ya sea en su casa o lugares públicos con buena ventilación o acondicionados. - Tenga especial precaución de no exponer al sol directo a niños, adultos mayores, personas con movilidad reducida y personas con enfermedades crónicas (cardiópatas, diabéticos, hipertensos etc.)
- Use ropa ligera, de color claro y holgada.
- Dúchese, báñese o refrésquese con agua fresca frecuentemente.
- Esté pendiente de personas más vulnerables,
como adultos mayores, visitándolas o llamándolas al menos 2 veces al día. - Manténgase hidratado, bebiendo agua frecuentemente, cada 20 a 30 minutos, sin esperar que le de sed (especialmente adultos mayores).
- Evite comidas abundantes y muy calóricas, al igual que bebidas con mucha azúcar o bebidas alcohólicas.
Acciones a realizar en caso de que una persona se encuentre afectada ante un golpe de calor:
- Vaya o lleve a la persona afectada a un lugar fresco y ventilado, bájele
la temperatura aplicando paños fríos. - Si la persona está consciente, colóquele la cabeza ligeramente levantada y ofrézcale abundante agua. De lo contrario o si la persona presenta vómitos, coloque a la persona en posición de recuperación (de lado con las piernas flexionadas) y pida atención médica.
