Se denomina microbiota intestinal al conjunto de microorganismos que conviven de manera positiva en nuestro organismo y se localizan principalmente en el tracto digestivo.
Las principales funciones y beneficios de la microbiota intestinal son prevenir la colonización de otros microorganismos patógenos que pueden enfermar a nuestro cuerpo, ayudar a digerir y absorber los alimentos, producir vitaminas B y K que ayudan en la formación de glóbulos rojos y la coagulación de la sangre, y estimular al sistema inmune para que nos mantenga protegidos.
La microbiota puede ser dañada por:
- La ingesta de fármacos (principalmente antibióticos y antiinflamatorios)
- Alimentación inadecuada (Altos en calorías, azúcares y grasas)
- Consumo de tabaco y alcohol
- Estrés
- Infecciones intestinales (Hongos o parásitos)
Para proteger nuestra microbiota, debemos consumir probióticos (Bifidobacterias y Lactobacilos) microorganismos que, ingeridos en cantidades adecuadas, producen un beneficio en nuestro organismo, tanto a nivel digestivo con la regulación microbiana, como en la salud mental complementaria para el tratamiento de la depresión.
Los Bifidobacterias los encontramos en alimentos como lácteos fermentados y suplementos probióticos, y ayudan a mejorar el tránsito intestinal, a la síntesis de sustancias antibacterianas y antimicóticas, la inflamación intestinal, además al correcto desarrollo inmunológico, neurológico y gastrointestinal.
Los Lactobacillus son bacterias que se encuentran al momento de nacer y durante la lactancia se transmiten de madre a hijo. Su función es mantener el equilibrio microbiano y podemos encontrarlos en alimentos de origen vegetal como frutas, legumbres, verduras, y en alimentos probióticos como los quesos maduros, kefir, kimchi, kombucha y chucrut.
Natalia Quijada R.
Asesor Nutricionista
Programa “Educación y Promoción de la Salud”
JEPLANGES
