El tabaco daña el medio ambiente
El cultivo, la fabricación y el consumo de tabaco envenenan el agua, el suelo, las playas y las calles de las ciudades con sustancias químicas, desechos tóxicos, colillas que contienen microplásticos y desechos de los cigarrillos electrónicos.
¿Cómo destruye nuestros bosques el tabaco?
De acuerdo con los cálculos realizados, desde la década de 1970 se han perdido en todo el mundo 1.500 millones de hectáreas de bosques a causa del tabaco, principalmente tropicales, lo cual ha contribuido al 20% del aumento anual de los gases de efecto invernadero.
Se talan árboles para despejar el suelo y cultivar el tabaco y se quema madera para curar las hojas de tabaco después de la cosecha. Para fabricar 300 cigarrillos se necesita aproximadamente un árbol entero.
Cada año se talan unas 200.000 hectáreas de tierra para cultivar y curar tabaco.
El cultivo de tabaco causa alrededor del 5% de la desforestación en los países y afecta desproporcionadamente a las regiones más productoras: África meridional, Oriente Medio, el Sudeste Asiático, Sudamérica y el Caribe.
¿Cómo daña nuestro suelo el cultivo de tabaco?
El tabaco se planta en tierra fértil que podría destinarse para cultivos alimenticios. La pérdida de suelo resultante aumenta la inseguridad alimentaria y los problemas de nutrición.
Cuesta mucho rehabilitar un suelo cuando se ha cultivado el tabaco. De acuerdo con los datos recogidos en 2014, revertir los efectos perjudiciales causados en el suelo de Bangladesh durante un año de cultivo de tabaco costaría US$ 20,6 millones.
La desertificación causada por el cultivo de tabaco ya está afectando a muchos países, como se observa en el Brasil, la India, Jordania y Cuba.
¿Cómo afecta el cultivo y el consumo de tabaco a las aguas?
En el cultivo, la fabricación, la distribución, el consumo y la eliminación de un solo cigarrillo se utilizan 3,7 litros de agua. Si un fumador promedio abandonara el hábito, se podrían ahorrar hasta 74 litros de agua al día.
Cultivar tabaco agota las capas freáticas. Solo en la fase de cultivo del tabaco se utiliza la misma cantidad de agua que necesita un fumador durante todo un año.
Se ha demostrado suficientemente, que los filtros de los cigarrillos o colillas son uno de los objetos más tóxicos y contaminantes que se encuentran en las aguas. Una colilla tarda alrededor de 10 años en desintegrarse, lo que da tiempo de sobras para que la nicotina y las sustancias que contiene se filtren en los ecosistemas circundantes.
De acuerdo con un estudio de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos de América, las toxinas que libera una colilla sumergida en agua dulce matan a la mitad de los peces al cabo de 96 horas.
Deje de consumir tabaco
Cada cigarrillo fumado y cada producto del tabaco consumido desperdician recursos valiosos de los que depende nuestra vida. Abandone el hábito por tu salud y la de nuestro planeta.
(Fuente Organización Panamericana de la Salud, OPS)
Programa Medicina Preventiva Salud Mental